Cada vez que veo esta foto siento su sabor en mi boca, soy capaz de recordar todos y cada uno de los mordiscos que le di. Completamente artesanal, de una pastelería en Fuengirola.
El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia. El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación. Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.
domingo, 30 de noviembre de 2008
sábado, 29 de noviembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
martes, 18 de noviembre de 2008
jueves, 13 de noviembre de 2008
martes, 11 de noviembre de 2008
lunes, 10 de noviembre de 2008
Kioskillo de helados
Hombrecillo en Cabo de Gata
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