El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia.
El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación.
Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.
Trocitos de una ciudad en la que por encima de la cabeza todo es precioso. A veces solo hay que mirar hacia arriba más de lo habitual, para descubrir tesoros.