miércoles, 12 de junio de 2013

Quiméricas señales




En aquel lugar donde las puertas no son puertas, las escaleras no llevan a ninguna parte y la verdad es un designio de hipocresía que brilla con luz trémula. Donde todo lo pequeño es infinitamente grande. Me pierdo entre calles y recodos de soledad, entre falsos compromisos y falsas soluciones. Quiero gritar, gritar muy alto para que algún otro vagabundo me encuentre en el infierno de la no verdad. Dejo pistas sin sentido, carteles sin elocuencia, falsas entradas y falsos accesos. ¿Será eso la causa de todo? Señales equivocadas. Lucho, me canso vuelvo a luchar, me vuelvo a cansar y así en un vaivén de alteraciones.... caigo.