El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia.
El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación.
Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.
Recuerdos de pesadillas preciosas, de muertos y calabazas. Cenpasúchil, calaberitas de azucar y pan de muerto para llevarse el estómago llenito al otro mundo.