Una fachada romántica en un ricón perdido ajeno a muchos ojos. Me siento embriagada de romanticismo cada vez que la recuerdo.
El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia. El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación. Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.
lunes, 23 de agosto de 2010
Princesse de la rue
Una fachada romántica en un ricón perdido ajeno a muchos ojos. Me siento embriagada de romanticismo cada vez que la recuerdo.
viernes, 6 de agosto de 2010
Atado de pies y manos
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