
Aislado y solitario, obcecado en su camino y su lugar..... y que quizá se encuentra o quizá no quiera encontrarse. Pero ahí, lleno de cosas bellas y simples... lleno de una fuerza innata y de una serenidad sin igual.
El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia. El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación. Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.