El fotógrafo transforma parte de la vida en materia, materia con esencia propia. El que observa sin embargo, transforma esa forma sustancial en vida, por medio de su imaginación. Os animo a alcanzar las realidades que yo ya alcancé.
miércoles, 12 de marzo de 2014
The end of innocence?
Dejar de ser una niña a veces duele, dejar de jugar cuando quieres a veces duele. Duele tener que tener un orden y tener que acatar reglas. Duele hacer cosas que no quieres y que te miren con extraños gestos exteriorizados sin que se hayan dado cuenta.
Por eso cada día vuelvo a ser pequeña, vuelvo a las ilusiones, a volar, a la ingenuidad de preguntarlo todo, a comerme la vida. Que no importe el qué dirán, ni quién soy, ni quien eres. Reír y llorar con naturalidad, poder decir cosas incoherentes sólo porque te salieron del alma y seguir riendo por ello cuando ves la cara de otros.
Volver a los colores, al dibujo, a saltar en los charcos, a ensuciarse. Poder soñar despierta y que esos sueños te den la misma felicidad que vivir desvelada.
Con todo esto, seguro que no dejaré escapar esa inocencia que me deja asomarme a esta existencia con pequeños sorbitos de luz.
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Me gusta mucho ese texto-reflexión, tienes mucha razón, la fotografia tambien me gusta mucho, el colorido, el bokeh y por supuesto la niña que es muy linda, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Jesús... volviendo a ser niños...
EliminarMuy bonito texto y preciosa fotografía, con una luz
ResponderEliminarllena, plena. Cargada de ilusión, de alegría.
Una imagen que trasmite vida.
Un saludo, Ángel
Emotiva entrada, rezuma cierta melancolía pero también optimismo por afrontar la vida como tú decides.
ResponderEliminarY qué decir de la imagen, un retrato maravilloso, felicidades a las dos.
Beso.
ResponderEliminarPreciosa fotografía. Es la inocencia hecha imagen, con una cálida luz que la envuelve.
· un abrazo
· CR · & · LMA ·